Básicamente la banda tenía un mes de vida, todo nuevo, el aire, las canciones, las expectativas, la energía. No estábamos para debutar pero las ganas eran más, y a veces es bueno apurar ciertas cosas, pero en fin, así fue como se dio.
Recuerdo perfectamente el día que Ulises Baine, mi querido amigo, sugirió que participáramos de una idea cultural que se estaba gestando por esos días y que a continuación se explica mejor según un artículo redactado por un periodista testigo del evento:
“Día D”, una buena opción para matar los domingos
En su primera edición, Ulises Baine exhibió sus cuadros y la banda “La buena violencia de la mente” le puso rock a una atractiva propuesta dominguera.
“Día D” es una nueva propuesta que comenzó a rodar en Corrientes el último fin de semana en un bar de la ciudad. Así, una muestra de cuadros confeccionados por un artista local y la actuación de una novel banda de rock, conformaron el primer paso para una opción de esparcimiento valedera que busca transformarse en un nuevo espacio de expresión artística en la capital.
El domingo pasado no fue uno más, fue el de Ramos, pero también significó el comienzo de una zaga que deja abierto el grifo para que las opciones culturales fluyan. “La idea es matar los domingos”, resumió el creador de este ensayo, Ulises Baine, quien a través de esta convocatoria busca darle vida a un día de la semana que, como lo dicen todos, “está muerto”.
Y la movida en el bar “Ágata... con lo puesto” arrancó ni bien cayó la tarde, cuando un cubierto cielo servía de telón de fondo para una ciudad que conjugaba el inicio de la Semana Santa y la apertura hacia un nuevo ciclo que busca insuflar un cariz particular a la cultura correntina. Juntar una muestra de pinturas o dibujos, ya sea con la música o el arte escénico, no aparecía como una tarea fácil. Son distintas expresiones, pero arte al fin.
Baine, en su carácter de organizador, quiso ser el primero en mostrar su obra. Ocho cuadros fueron desplegados en las paredes del conocido local, como antesala de la que luego sería una noche de gran convocatoria. La muestra, denominada “De mi sangre al viento”, consisten en cuadros confeccionados en acrílico sobre papel, y que fue definida por su autor como de “expresionismo”. En un local colmado de gente de todas las edades, la noche hizo encender la batería, la viola y la voz de la banda “La buena violencia de la mente”, conformada por tres chicos muy jóvenes que mostraron pinceladas de buen rock y la ganas de crear su propia música. Alejando Marasso (voz y guitarra), Rauli Velásquez (bajo y guitarra) y Guido Lovatto (batería), fueron los protagonistas de un corto pero convincente recital que encendió aplausos y también reconocimiento.
El ambiente con aromas de sahumerio y velas ubicadas como luminosos racimos completaron el ritual de una noche diferente. O como lo definiera el periodista Walter Casco en la presentación del nuevo espacio cultural: “Este ciclo comienza como un triller, matar los domingos”. Sin embargo y más allá del significado concreto de la definición, esta idea de “matar” recién nació y promete tener mucha vida.
Para agregar algo más sobre el debut quiero decir que las primeras canciones presentadas en vivo fueron:
Aura
Pájaros de luz
La Buena violencia
Blues de la lluvia
Cosmos
Demonio de medianoche
Es interesante resaltar que solo dos canciones del debut formaron parte de nuestro primer disco 8 Blues de la Lluvia y Demonio de medianoche), adelantando con esto un tema a tratar que seguramente se publicara en una entrada de blog más adelante.
La noche fue increíble se sintió la fuerza del trío mas allá de las imperfecciones y de la poca forma definida que tenían algunos temas fue muy sobrio y convincente. Las letras no estaban listas, ni mucho menos alcanzaban la madures actual, pero lo que si puedo asegurar es que fue un viaje de ida muy intenso y no hubo vuelta atrás después de ello. Fue un recital muy prematuro pero intenso que guardare en el corazón de mi memoria, recuerdo mucha gente de muchas edades, mucha gente que sintió algo de entrada y que se nos acercaba al final del show para hablarnos y decirnos cosas increíbles. Nunca lo vamos a olvidar fue el nacimiento de un viaje fantástico.
Recuerdo perfectamente el día que Ulises Baine, mi querido amigo, sugirió que participáramos de una idea cultural que se estaba gestando por esos días y que a continuación se explica mejor según un artículo redactado por un periodista testigo del evento:
“Día D”, una buena opción para matar los domingos
En su primera edición, Ulises Baine exhibió sus cuadros y la banda “La buena violencia de la mente” le puso rock a una atractiva propuesta dominguera.
“Día D” es una nueva propuesta que comenzó a rodar en Corrientes el último fin de semana en un bar de la ciudad. Así, una muestra de cuadros confeccionados por un artista local y la actuación de una novel banda de rock, conformaron el primer paso para una opción de esparcimiento valedera que busca transformarse en un nuevo espacio de expresión artística en la capital.
El domingo pasado no fue uno más, fue el de Ramos, pero también significó el comienzo de una zaga que deja abierto el grifo para que las opciones culturales fluyan. “La idea es matar los domingos”, resumió el creador de este ensayo, Ulises Baine, quien a través de esta convocatoria busca darle vida a un día de la semana que, como lo dicen todos, “está muerto”.
Y la movida en el bar “Ágata... con lo puesto” arrancó ni bien cayó la tarde, cuando un cubierto cielo servía de telón de fondo para una ciudad que conjugaba el inicio de la Semana Santa y la apertura hacia un nuevo ciclo que busca insuflar un cariz particular a la cultura correntina. Juntar una muestra de pinturas o dibujos, ya sea con la música o el arte escénico, no aparecía como una tarea fácil. Son distintas expresiones, pero arte al fin.
Baine, en su carácter de organizador, quiso ser el primero en mostrar su obra. Ocho cuadros fueron desplegados en las paredes del conocido local, como antesala de la que luego sería una noche de gran convocatoria. La muestra, denominada “De mi sangre al viento”, consisten en cuadros confeccionados en acrílico sobre papel, y que fue definida por su autor como de “expresionismo”. En un local colmado de gente de todas las edades, la noche hizo encender la batería, la viola y la voz de la banda “La buena violencia de la mente”, conformada por tres chicos muy jóvenes que mostraron pinceladas de buen rock y la ganas de crear su propia música. Alejando Marasso (voz y guitarra), Rauli Velásquez (bajo y guitarra) y Guido Lovatto (batería), fueron los protagonistas de un corto pero convincente recital que encendió aplausos y también reconocimiento.
El ambiente con aromas de sahumerio y velas ubicadas como luminosos racimos completaron el ritual de una noche diferente. O como lo definiera el periodista Walter Casco en la presentación del nuevo espacio cultural: “Este ciclo comienza como un triller, matar los domingos”. Sin embargo y más allá del significado concreto de la definición, esta idea de “matar” recién nació y promete tener mucha vida.
Para agregar algo más sobre el debut quiero decir que las primeras canciones presentadas en vivo fueron:
Aura
Pájaros de luz
La Buena violencia
Blues de la lluvia
Cosmos
Demonio de medianoche
Es interesante resaltar que solo dos canciones del debut formaron parte de nuestro primer disco 8 Blues de la Lluvia y Demonio de medianoche), adelantando con esto un tema a tratar que seguramente se publicara en una entrada de blog más adelante.
La noche fue increíble se sintió la fuerza del trío mas allá de las imperfecciones y de la poca forma definida que tenían algunos temas fue muy sobrio y convincente. Las letras no estaban listas, ni mucho menos alcanzaban la madures actual, pero lo que si puedo asegurar es que fue un viaje de ida muy intenso y no hubo vuelta atrás después de ello. Fue un recital muy prematuro pero intenso que guardare en el corazón de mi memoria, recuerdo mucha gente de muchas edades, mucha gente que sintió algo de entrada y que se nos acercaba al final del show para hablarnos y decirnos cosas increíbles. Nunca lo vamos a olvidar fue el nacimiento de un viaje fantástico.
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